Incluso para un fetichista de las pieles como yo, parece impensable que llevase pieles en la playa este Enero, más aún cuando noto el intenso calor en mi piel desnuda ahora en pleno Julio. Es fácil imaginar pieles en invierno pero en Barcelona hace sol incluso los días fríos y casi mejor que lleves unas gafas de sol en lugar de un paraguas en el bolso.
La gente siempre me mira en la playa por mi piel blanca y por la manera en que mi pelo rojizo refleja la luz del sol. En lugar de un completo bronceado sólo consigo más y más pecas.
Sentí sus miradas en mí cuando desabroché el abrigo de piel. La sensación se agravó cuando me quité la falda para descubrir mis piernas en medias y mis tacones. Era imposible caminar con un mínimo de elegancia en la arena con ellos.
Una vez acostumbrada a la temperatura, decidí que era el momento de desprenderme del abrigo y mostrar mi ropa interior de algodón negro en combinación con un sujetador retro blanco de lunares. Resulta mucho más provocativo llevar lencería en la playa en lugar de bikini. Aunque llevaba más ropa me sentía más expuesta que si hubiese estado desnuda caminando.
La gente espera ver naturistas de pie en la distancia, pero por momentos alucina viendo a una chica en medias en su lugar.
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Photography by YUKY
Como me gustaria ser el mar en que te bañaras desnuda y que las olas te embestieran como una copula grandiosa y te colmara y te fueras multiorgasmica ver tu cuerpo desnudo flotando en el agua ver tus senos tu vello pubico tendria que ser una delicia