No hay nada como la sensación de unas medias mojadas pegadas a tus piernas. Después de pisar un charco y mojarte las medias que habías elegido, estás deseando llegar a casa para poder quitártelas.
Curiosamente eres mucho mas consciente de la sensacion de “mojado” cuando caminas, el hormigueo en los pies, la temperatura más fría en la piel, y la certeza de que te vas incomodando más y más con el pegado transparente de las medias, hagas lo que hagas y lo hagas donde lo hagas. Es diferente con las que se sostienen solas, la silicona en ellas hace que se peguen más, no menos.
Llevaba tiempo deseando hacer una sesión con ropa mojada y cuando finalmente tuve la oportunidad, me lo pasé genial. Me encantó la sensación de la blusa blanca mojada pegada directamente a mis pechos y mis pezones duros, y la de las bragas transparentes pegadas a mi trasero.
Cada vez que cogía frío, me sumergía de nuevo en el agua caliente, levantaba mis piernas en medias mojadas hacia afuera, las examinaba y me sentía complacida de tener unos tobillos tan finos. Quiero hacer más sesiones del fetiche de ropa mojada , y no pasará mucho tiempo antes de que tenga otra oportunidad.
Por mucho que me encante el fetiche de la ropa mojada, no hay nada como el momento en el que finalmente puedo desprenderme de ella.
Apunto mis pies hacia adelante en el momento de quitármelas, entendiendo en ese momento lo que los fetichistas de pies encuentran tan fascinante.
[nggallery id=12] Fotos: Andrew O’Hara.
!Que excitante verte con las medias mojadas unas fotos muy sexys