En el BDSM (Bondage; Disciplina y Dominación; Sumisión y Sadismo; y Masoquismo) el dominante es quien manda.
Los dominantes requieren cierta dosis de atención y dedicación. Para ellos, el acto de adoración de un sumiso representa una profundidad de devoción que simplemente no pueden conseguir en ningún otra parte.
Dominar significa decidir cuando dar recompensas a sumisos obedientes o castigar a los que se rebelen. A algunos les gusta castigar pero muchos no disfrutan del abuso de sanciones. El castigo más fuerte es la indiferencia que también es el más difícil de administrar, ya que en casos extremos puede provocar una desconexión permanente con el sumiso. Cuando un sumiso deja de obedecer definitivamente, un dominante puede dudar sobre si de verdad tuvo el control en algún momento…
Galería de LOVE ME LIKE YOU HATE ME, un corto de Erika Lust. Fotografía Kristyan Geyr Images.
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