Me sorpendió cuando recibí una solicitud para un photo-set basado en el fetichismo de las medias rotas. No me hacía idea de cuan popular era y del deleite visual que despliega. Su poder como fetiche superior se basa en el deseo visual de las torneadas piernas de una hermosa mujer vistiendo medias que voluntariamente frustra ese deseo destruyendo esas medias con sus propias manos mientras las viste.
Ella menosprecia la supuesta sofisticación con inesperada inmundicia, elegancia comprometida con crapulismo. Vandalizando lo relativo a su propio glamour, personifica una intrigante contradicción que hace ostentación de su erótico poder sobre cualquier audiencia.
Conlleva un duro trabajo y sentido del humor hacer carreras limpiamente en unas medias. Me revolqué en una balanceante superficie de ropa apelotonada y sintiéndome culpable de hurgar con los dedos para agarrar el tejido y rasgar. El fotógrafo se mostraba demasiado feliz de unirse a mí y tirar y desgarralas un poco más por sí mismo. Yo incluso cruzaba las piernas y usaba los tacones para perforar el fino tejido y exagerar el efecto aún más: y lo que reí mientras lo hacía. Mientras el flash estallaba, una y otra vez, fuimos cuidadosos para mantener la secuencia narrativa del caos. Los agujeros en las medias tenían que aparecer en el orden correcto, como un cigarrillo se consume en pequeñas etapas; para los fans, no hay nada más importante que eso.
Fotos David Vega.
Enjoy!
Venus O’Hara