El feminismo ha tenido mala fama en los últimos años por varias razones. Sobre todo, en nuestra cultura hipersexual, comete el pecado capital de ser muy poco sexy.
El feminismo comenzó como un movimiento basado en el establecimiento de la igualdad entre los sexos. Ha pasado por muchas fases distintas desde sus inicios: Primero, las feministas querían ser tomadas tan en serio como los hombres. Para lograr su objetivo, muchas pensaban que también tenían que actuar como los hombres. Por desgracia, para algunas, eso significaba vestirse como ellos.
Gracias a Dios por las Spice Girls. Un grupo de pop que, a pesar de sus faldas cortas, nos enseñaron acerca del “Girl Power”. Ellas eran la prueba que se puede llevar tacones y aún así ser una feminista.
Yo me definía como feminista hasta que descubrí Femdom (Dominación Femenina). El Femdom por lo general se describe la estructura de poder de una relación BDSM en la que la persona que domina es exclusivamente femenina.
El feminismo, en sus etapas iniciales, trató de renunciar la feminidad hasta cierto punto. Femdom no sólo acepta la feminidad sino que lo lleva a otro nivel. Los encantos femeninos son destacados como si fueran armas sexuales. Las feministas creen que si se muestra mucho escote nunca te tomarán en serio. Las dominas, por otro lado, saben que cuando hacen alarde de su escote, que van a ser tomadas muy muy en serio.
Hay varias utopías Femdom como Other World Kingdom (OWK) y Pedestal Club. OWK se encuentra en un castillo del siglo 16 en la República Checa. Dentro de OWK, mandan las mujeres y los hombres son nada más que esclavos para servirlas. El Club Pedestal es un evento mensual en Londres. Los hombres esclavos de la casa se encargan de todo, eso incluye ir a buscar las bebidas y pulir las botas de las mujeres. También se convierten en muebles humanos para el uso exclusivo de los clientes femeninos, de ahí proviene el nombre de Club Pedestal.
Todavía no hay lugares suficientes para disfrutar del Femdom y quizás las dominas tendrían que luchar para conseguir más – y esto podría ser un problema. El espíritu de luchar no sale tan natural para las dominas como para las feministas. Las dominas no esperan los derechos iguales sino que siempre es mejor tener derechos superiores. En lugar de levantar su mano para luchar, probablemente mandaría a uno de sus esclavos para luchar en su lugar.
Sé que es lo que yo haría.
Photographs by Sebas Romero
Venus estoy realmente a favor del feminismo siempre que haya igualdad entre hombres y mujeres espero que sigas luchando por esos ideales
hola Venus, me declaro abiertamente sumiso de mi mujer, y en mi casa impera el feminismo. gracias.
Soy enemigo del feminismo si bien no de las mujeres.
Yo estoy de acuerdo con el femdom y creo que es la definicion del poder que una mujer realmente tiene en nuestra sociedad