Reseña Caress – Un estimulador de clítoris revolucionario de Adrien Lastic
Lo que más extraño de tener sexo regular, es decir a menudo, son las caricias. Los encuentros casuales tienden a ser muy frenéticos y temporales para mi gusto. Normalmente prefiero una exploración corporal táctil total de mis zonas más sensibles. Pero yo normalmente voy directo al clítoris, saltando mis zonas erógenas, incluso cuando estoy sola. No hay que decir que esos lugares aún desean parte de mi atención. Después de todo, no es solo una cuestión de tetas y trasero.